¿Qué queda cuando no nos centramos en la baja de peso?

Lo sé, puede sonar confuso la idea de no centrarnos en el peso.

Pareciera que todo el mundo, los medios y la salud girara entorno a nuestro peso. Sin embargo, ya hemos visto, cómo no es tan modificable a largo plazo (haz click aquí para leer más sobre esto). 

Pero Vale… ¡de todos modos yo quiero intentar bajar de peso!

Te entiendo, y valido tu deseo, no soy quien para decirte cuales deben ser tus motivaciones. Pero, sí me interesa serte sincera con esto…

Puede ser que en el proceso de buscar una alimentación más nutritiva y aplicar alimentación consciente comiences a comer de una manera que traerá como consecuencia una baja de peso, pero esta será una consecuencia y no el objetivo principal.

Además , si de peso a largo plazo estamos hablando, se ha visto una asociación entre hacer dietas y tener más ciclos de subidas y bajadas de peso, los cuales, que terminan en un probable peso mayor del que tuve en algún momento.

Pero entonces ¿Qué gano de todo esto si no bajo de peso?

Cuando sacamos del centro la baja de peso de nuestra intervención nutricional, ganamos más cosas de las que perdemos. Podemos ganar la idea de por fin encontrar una alimentación sostenible y que nos haga sentido, a diferencia de las miles de dietas que existen con reglas externas de cuánto, cuándo y qué comer. Porque podemos educarnos de toda la información alimentaria que necesitemos y eso acomodarlo a nuestra propia experiencia

Confió plenamente en que nadie más que tú sabe cuánta hambre tú tienes, qué planes tienes que hacer después, de que tienes ganas de comer, etc.

Por eso el mayor regalo de toda esta intervención es que no necesitas ninguna dieta más, ya que, poseerás el conocimiento interno y externo suficiente para tomar decisiones conscientes.

Pero ¿Y mi salud qué?

Calma, no olvidemos que al igual que tú me preocupo por tu salud. ¿Soy profesional de salud, recuerdas? Ajajaj. Ahora bien, el concepto de salud dictado por la OMS es un estado de completo bienestar físico, mental y social. Por lo tanto, vamos a trabajar en buscar salud de manera integral. Por eso se me hace tan importante no solo enfocarnos en qué comer, sino cuál será nuestra actitud y conducta frente a la comida. Una relación con la comida sin culpa y vergüenza es esencial para una conducta alimentaria sana. 

Además, trabajaremos en promover comportamientos saludables de una manera amable. Y en ese sentido, se ha demostrado que los cambios en temas de alimentación y actividad física trae cambios favorables en salud, independiente haya una baja de peso o no. Asimismo, dependiendo si existen patologías de base o intolerancias sí se puede orientar la alimentación hacia buscar un mayor beneficio, pero siempre basado en la evidencia actual de calidad y no prohibiciones porque sí. 

Ya, entiendo… Pero si no me fijo en los kilos perdidos para ver progreso ¿En qué me tengo que fijar? 

Aquí la pregunta es amplia e individual a la vez. Cada persona puede tener objetivos y necesidades distintas. Pero por lo general, al modificar nuestra forma de abordar la alimentación podemos tener beneficios tales como; mejorar estado de ánimo, mejoría en exámenes bioquímicos, disminución de síntomas digestivos como hinchazón, reflujo, constipación, mejor rendimiento deportivo, más energía, mejor calidad de sueño, mayor libertad alimentaria, disminución de atracones o sensación de “descontrol” con la comida, entre otros. 

Por todo esto y más, al no centrarnos en el peso seguimos trabajando por salud, pero una salud integral; que cuide tu salud mental y se oriente objetivos sostenibles en el tiempo. 

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